El impacto de la pandemia en la actividad de seguros.
El impacto de la pandemia en la actividad de seguros.
El contrato de seguro es una de las mejores herramientas que se pueden adquirir para el cuidado del patrimonio, el cual usado debidamente puede tener grandes beneficios para la parte asegurada, así como para la propia empresa aseguradora.
Por definición y de acuerdo con el artículo 1 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, este es un contrato mercantil, celebrado entre una empresa aseguradora y un contratante a quien se le denomina asegurado, a través del cual, la empresa aseguradora, mediante el pago de una prima, se obliga a resarcir un daño o pagar una suma en caso verificarse una eventualidad que esté prevista en el contrato.
Uno de los elementos que destacan de este contrato, es la aleatoriedad, lo cual significa en términos simples que, al momento de la contratación del seguro, no es posible determinar si existirá o no la obligación de la empresa aseguradora a realizar el pago o de resarcir el daño, pues esto depende de que se actualice el siniestro para el cual fue contratado, y hasta en tanto no se actualice este siniestro, no es posible determinarlo.
Sin embargo, la principal obligación del asegurado sí nace desde el momento de la contratación, y esto es en cuanto al pago de la prima, pues en términos simples, el asegurado sí debe pagar la prima en favor de la aseguradora para que se encuentre vigente el contrato, de lo contrario si se actualizare el siniestro y está no estuviere cubierta en términos de lo que fue contratado, la aseguradora estará en posibilidad de negar el pago al asegurado.
Existen diversos tipos de contratos de seguro, sin embargo, en México los más usados son: de vida, de gastos médicos y de automóvil, pero hay una amplia gama de ellos como son: el de transporte, de retiro, de hogar, para aparatos electrónicos, de negocios e incluso recientemente se ha agregado un seguro para los gastos médicos de una mascota.
Sin embargo, éste como cualquier contrato, debe ser celebrado con la mayor claridad en la información posible, de esta forma se evitarán malentendidos y situaciones incómodas que puedan derivar en una controversia legal.
El sector asegurador en México, el cual es el tercer inversor institucional del país, ha trabajado fuertemente para lograr ofrecer mejores productos para la población, actualizándose constantemente con la finalidad de llegar a un mayor número de personas y que por lo tanto, un mayor número de familias puedan contar con una protección patrimonial.
El año pasado, derivado de la pandemia del virus Sars-Cov2 (Covid-19), la vida económica de las aseguradoras se vio fuertemente impactada, por la caída de las contrataciones, renovaciones y el pago de sumas aseguradas y que actualmente sigue siendo un reto a superar.
En el año 2020, la contratación de seguros de autos tuvo una caída de 12.4% en términos reales en el monto de pólizas emitidas, este evento puede ser atribuido a la baja en la venta de vehículos a través de crédito; así mismo el seguro de daños tuvo una caída del 11.4%, en cuanto al seguro de vida el impacto fue del 3%; mientras que, los rubros más afectados fueron los de transporte por cobertura marítima y terrestre que descendió un 40.1%, en comparación al año anterior.
El único rubro que tuvo un incremento fue el de contratación de seguro de gastos médicos, el cual tuvo un alza del 11.2%, esto ante la evidencia de que la gente sintió la necesidad de contar con una cobertura médica ante la propagación del virus, lo cual ha representado un reto para el sector asegurador en todos los aspectos, tanto en su proyección de posibles siniestros que se tengan que pagar, sus inversiones y la necesidad de ofrecer nuevos productos y coberturas que signifiquen una verdadera protección para las personas.
Pese al aumento, en la contratación de nuevos seguros de gastos médicos, el sector de aseguradoras en México ha tenido que responder a múltiples reclamaciones, ya sea por fallecimientos o por enfermedades.
Según cifras oficiales de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), al 19 de abril de 2021 las aseguradoras que tienen actividad económica en México han realizado el pago de un total de $33,018.1 millones de pesos, derivado de reclamaciones que se encuentran directamente relacionadas con la enfermedad que causa el Covid-19, tanto en pago de seguro de gastos médicos como de defunciones.
A nivel mundial, las aseguradoras han pagado un total de $1,615 millones de dólares por siniestros relacionados por la pandemia, lo cual convierte a este acontecimiento histórico como el segundo evento más costoso para las aseguradoras, solo por debajo del Huracán Wilma en 2005, en el cual se pagó un total de $2,335 millones de dólares en sumas aseguradas en siniestros directamente relacionados con ese fenómeno natural.
En lo que corresponde a las cantidades por sumas aseguradas pagadas en México, de los $33,018.1 millones de pesos pagados en reclamaciones relacionadas con la pandemia, $14,612 millones de pesos han sido por gastos médicos de los asegurados, y el restante equivalente a $18,405.2 millones de pesos ha sido derivado del pago por motivo del fallecimiento de los asegurados, siendo esto un total de 89% de todas las reclamaciones que se les han hecho a las aseguradoras desde el inicio de la pandemia en México.
Ahora bien, en lo que respecta al rubro de seguro de gastos médicos, se estima que el promedio por evento que han pagado las aseguradoras es de $459,414.00, esto después de atender un total de 31,733 reclamaciones de gastos médicos relacionados con el Covid-19; y en lo que corresponde a seguros de vida, se han recibido por parte de las aseguradoras un total de 77,114 casos de reclamación, lo cual da un total de 108,917 reclamaciones derivadas de la pandemia.
Pese al desembolso económico al que se ha tenido que enfrentar el sector asegurador, de acuerdo con las propias declaraciones de la AMIS, la actividad económica del sector no se ha visto en riesgo derivado de la solvencia económica con la cual están enfrentando la pandemia, puesto que cuentan con un total de 284.2 billones de pesos en sumas aseguradas y 1.43 billones de pesos en inversiones, por lo cual, por ahora, no existe riesgo alguno.
Pero esto no implica que las aseguradoras en México y a nivel mundial, se encuentren ante la premura y una evidente oportunidad de alcanzar un máximo histórico de contrataciones, pues es sabido por este sector que para la población puede resultar muy complicada la contratación de un seguro, ya sea por la situación económica o por la complejidad que puedan llegar a tener.
Para ello, a nivel mundial se ha implementado un proyecto que podría denominarse “Seguros Inclusivos” o mejor llamados “Microseguros”, los cuales podrían entenderse como los seguros proyectados para poblaciones de bajos ingresos, y que van dirigidos a colectivos generalmente excluidos o insuficientemente atendidos por el mercado asegurador.
Estos microseguros deben tener un diseño sencillo, tanto desde la perspectiva jurídica como técnica, pues existe la creencia de que el contrato de seguro es sumamente complicado y técnico, de esta forma, los microseguros buscan cambiar esa perspectiva, desde la emisión de la póliza y sus condiciones, ya que se deben realizar de la manera más simple posible y con un lenguaje mucho más comprensible; de igual forma deben considerarse coberturas sencillas, sumas aseguradas y beneficios claramente definidos.
Pero la principal característica con que deben contar este tipo de seguros es que la forma de pago de las indemnizaciones se haga prácticamente de inmediato, esto cumpliendo requisitos documentales, precisos y mínimos.
La idea de las aseguradoras es llevar a cabo la ejecución de un número mayor de contratos de este tipo, a través de medios electrónicos, desde la asesoría para su contratación, la contratación como tal y también que cualquier trámite de reclamación se tenga que hacer de la misma forma.
Actualmente, los seguros de vida temporales para el caso de fallecimiento son los que dominan el mercado de los microseguros, pues se trata de seguros temporales para el caso de muerte del asegurado con el fin de proteger a sus familiares, los cuales a menudo se combinan con una cobertura adicional de muerte o invalidez por accidente y/o cobertura de gastos funerarios, tanto del contratante de la póliza como de los familiares que éste designe.
De igual forma, la contratación emergente de seguro de gastos médicos derivados de la pandemia, significa un reto para el sector asegurador, pues es la oportunidad para poder contar con más clientes y demostrar que el contrato de seguro es simple y lleno de beneficios.
Sin duda, la información clara y precisa al momento de la contratación, es la mejor carta de presentación de la aseguradora, puesto que explicar desde el principio las coberturas que se van a contratar, así como las condiciones generales que serán aplicables, harán que el cliente se sienta todavía más protegido.
Desde la experiencia del litigio en materia de seguros, es factible determinar que la gran mayoría de las reclamaciones negadas por las aseguradoras que llegan a resolverse ante los tribunales mexicanos, deviene, de errores desde la contratación, ya sea porque no se le explicó debidamente al contratante los términos del seguro o porque existe algún otro error técnico en el llenado de la documentación, por lo cual es necesario prestar atención a cada uno de los contratos que se celebran, y así evitar problemas a futuro, para ambas partes contratantes.
Hoy en día es importante contar con una estabilidad financiera y sin duda, los seguros son una de las mejores herramientas para poder acceder a ella, pues no únicamente pueden ser usados para enfrentar una situación adversa de salud, sino también una patrimonial. Ante todo ello, la información oportuna siempre será lo más importante, ya que al revisar a detalle el tipo de contrato que se celebrará, las coberturas, los tiempos de espera, las condiciones y excluyentes que pudiera llegar a tener, proporcionará un panorama aún más amplio del producto contratado, lo cual se traducirá en una mayor tranquilidad en los usuarios.